Continuamos descubriendo los vinos de la Experiencia Verema Madrid 2013 del pasado martes 28 de Mayo.
Llegamos a Bodegas Bernal García-Chicote. Con sede en Ciudad Real, arrancaron en el año 2001 acondicionando una vieja almazara de aceite para comenzar a elaborar tintos 100% con Tempranillo. El primer vino que pude catar fue Ovidio Roble 2009. Bajo la D.O. La Mancha recibe una crianza de 4 meses en barricas de roble francés y americano. Tiene un color rojo cereza con ribete violeta, y en nariz despliega aromas de confitura de fruta roja con notas florales y ahumadas. En boca es un vino fresco y equilibrado, con mucho cuerpo. Pasamos a Terruño Córcoles Crianza 2007. También de la D.O. La Mancha, está elaborado 100% por Tempranillo con 12 meses de crianza en barricas de roble francés y americano. De color rojo picota con ribete granate, en nariz apreciamos fruta roja, con tonos balsámicos y herbáceos sobre fondo de madera. En boca es un vino muy vivo, resultando muy fresco y agradable. Y por último llegamos a Terruño Córcoles Reserva 2006. Aquí tenemos una crianza más prolongada de 22 meses en barricas nuevas de roble francés y americano, que se traduce en un vino más elegante sin perder los matices de fruta. Estos 3 vinos son la propuesta de Bernal García-Chicote, unos tintos de La Mancha donde la protagonista es la uva y que resultan muy agradables.
Y pasamos a Vins Miquel Gelabert, fundada en 1985 en Manacor (Mallorca), y que tiene una amplia propuesta que combina uvas autóctonas con uvas más clásicas. En esta cata me centré en rosados y blancos, comenzando por Golós Rosat. Está elaborado 100% por Pinot Noir y criado seis meses en barricas de roble francés de segundo año. Tiene un color frambuesa brillante y en nariz apreciamos fruta roja y notas florales. En boca es muy fresco y goloso, resultando un vino perfecto para comer a base de picoteo. El siguiente fue un blanco llamado Chardonnay Roure 2010. Elaborado por 100% Chardonnay seleccionada especialmente en el momento óptimo de maduración, recibe una fermentación en barricas nuevas de roble francés y una crianza sobre lías de 10 meses. Presenta un color amarillo brillante con reflejos verdosos y en nariz descubrimos aromas de cítricos y de lichis, con notas de madera de fondo. En boca es glicérico y sabroso, con mucho cuerpo y donde vuelve a aparecer el delicado sabor de la madera francesa. Y por último llegamos a otro blanco llamado Sa Vall Selecció Privada, que se elabora con distintas variedades autóctonas. Después se somete a una crianza en barricas de roble francés nuevas y criado durante 6 meses sobre sus lías. Tiene un color amarillo dorado con ribete verdoso y en nariz se aprecian notas de fruta, vainilla y hasta de chocolate. En boca es suave y con un punto dulce sin llegar a ser empalagoso, donde se nota también la madera. Esta es solo una pequeña muestra de los muchos vinos artesanos de Miquel Gelabert, que fueron todo un descubrimiento.
Todavía quedan muchas bodegas de la Experiencia Verema, que iremos viendo semana a semana para seguir catando grandes caldos.